Travesía a las Islas Columbretes

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En Oceánica, tu escuela náutica en Valencia, realizamos travesías de fin de semana y prácticas de navegación a diferentes puntos de la costa con el ánimo de que sea una actividad amena y sirva para descubrir lugares no frecuentados habitualmente. Uno de estos lugares son las Islas Columbretes. Desde la última modificación de la regulación de titulaciones náuticas en julio de 2019, ya es posible navegar con el PER ampliado con la habilitación de travesía y ampliación de eslora hasta las Islas, siempre que la embarcación esté autorizada para navegar en Zona 3.

Las Islas Columbretes constituyen un archipiélago formado por cuatro grupos de islotes y escollos de origen volcánico. Están situados en el Mar Mediterráneo, a unas 28 millas de Castellón y cuyo puerto más cercano es el de Oropesa del Mar. Otros puertos también cercanos son: Vinaroz, Benicarló, Castellón y Burriana. Desde Valencia hay una distancia de 53 millas náuticas a rumbo 063º.

Las islas Columbretes fueron declaradas Parque Natural por el Decreto 15/1988, del 25 de enero, del Consejo de la Generalidad Valenciana y reserva marina de 4.400 hectáreas (una de las mayores de España) por Orden del 19 de abril de 1990, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Dentro de la reserva marina hay dos reservas integrales y tres zonas de uso restringido. Fueron también incluidas en el ámbito de una Reserva Natural por Ley 11/1994, del 27 de diciembre, de la Generalidad Valenciana. Asimismo están declaradas como Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM), Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), Zona de especial protección para las aves (ZEPA), y microrreserva de flora. Tienen una extensión emergida de 19 ha (14 ha de las cuales corresponden a la Columbrete Grande).

Está prohibido fondar con ancla. También está prohibido todo tipo de pesca en las reservas integrales y en las zonas de uso restringido, así como la pesca submarina y cualquier tipo de extracción de flora, fauna, rocas u objetos.

El buceo requiere de permiso previo y ha de realizarse siempre desde las boyas de la reserva destinadas a ello.

La pesca de recreo también requerirá de permiso previo y siempre será fuera de las reservas integrales y de las zonas de uso restringido y solo en la modalidad de curricán de superficie.

Hasta sus declaración como figura protegida constituían un campo de tiro del ejército del aire y aún se observan proyectiles incrustados en las rocas, vestigio de dicha actividad. Podemos navegar a ellas fijando un waypoint de coordenadas de latitud 39° 52´ N y longitud 00° 40´ E.

De noche la derrota es muy fácil de seguir apuntando al faro de Monte Colibre, situado en lo alto de la Columbrete Grande, cuya luz se sitúa a cota 86 m.sn.m. con un alcance nominal de 21 millas náuticas. La luz es blanca de destellos Flash (3+1) con periodo de 22 seg. También dispone de un Racon (C) de 72 seg. y alcance nóminal de 22 millas, por lo que si disponemos de radar en condiciones de baja visibilidad podemos llegar con seguridad. En el extremo opuesto de la isla se sitúa una luz de sectores con sector rojo visible desde 3 millas de un Flash cada 10 seg. entre las demoras 184º y 267º.

Las islas constituyen un árido conjunto de cuatro grupos de islas volcánicas asentadas sobre fondos de 80 metros de profundidad. Existen en el archipiélago numerosos escollos y bajos, y la numerosa presencia de cráteres y chimeneas volcánicas. Especial cuidado debe tener el navegante con la «Piedra Joaquín», escollo que apenas emerge 50 cm y pasa desapercibida salvo cuando el oleaje rompe en ella por la característica espuma blance. Tambien dentro de la Isla Grande debemos tener cuidado con la «Piedra Trencatimons», que como su propio nombre indica amenaza nuestras palas del timón al no velar por encima de la superficie del agua. Se localiza cerca de la pared meridional de la isla.

Dentro de este archipiélago cabe destacar las siguientes islas:

Columbrete Grande o Illa Grossa. Es la isla principal y la de mayor tamaño. Tiene forma de herradura con una longitud de apenas 1 kilómetro de punta a punta, siendo sus dos extremos las partes más altas de la isla, en donde se localizan el faro de Monte Colibre en el extremo norote, que alcanza los 61 metros de altura y es bien visible en toda la zona, y el faro de sectores en el extremo meridional de la misma.

La geomorfología, la vegetación y la fauna de las islas están absolutamente modeladas por la acción del mar, ya que los procesos erosivos producidos por los agentes climáticos esculpen constantemente el paisaje de las islas.

Faro de las islas Columbretes

En el siguiente grupo de islas de mucho menor tamaño, se encuentran de mayor a menor tamaño: La Horadada, la Isla del Lobo y la de Méndez Núñez.

Hay un tercer grupo de islotes o escollos cuya isla principal es La Ferrera y que está acompañada por 7 islotes o rocas de gran tamaño, siendo las principales: Espinosa, Bauza, Valdés y Navarrete. El Carallot, con sus 32 metros de altura, representa los restos de la chimenea central de un volcán. Un cuarto mini grupo está formado por: El Bergantín, Cerqueiro, Churruca y Baleato.

Fondear en Columbretes

Está prohibido fondear con ancla. Solo se puede fondear amarrado a boya para pasar noche en la isla Columbrete Grande, que cuenta con diez boyas para diferentes tipos de esloras. Hay tres boyas más exteriores en Columbrete Grande, dos en la Isla Ferrera y una más en la Foradada, pero solo se pueden utilizar de día. Ninguna se puede reservar y tienen preferencia las embarcaciones de las Administraciones y las de práctica de submarinismo registradas con anterioridad a su travesía. Según esloras están identificadas en dos colores: rojas (hasta 15 m de eslora) y blancas (hasta 20m de eslora). La gaza de las boyas que buscamos con el bichero cuelga de un boyarín unido a cada una de las boyas, no de las boyas.

Fondear en boya en el Parque Natural de Columbretes

Notas históricas

Se tiene constancia de que los griegos divisaron el archipiélago y lo nombraron Ophiusa. Más tarde, los romanos quisieron bautizarlo con el nombre de Colubraria. Incluso los íberos, que lo llamaron Moncolobrer (Monte de culebras). La razón común de estos nombres se debe al reptil que habitaba en los islotes: la culebra, el primer gran conquistador del archipiélago de las Islas Columbretes.

Más adelante, las culebras convivieron en armonía con los piratas que usaban la isla de refugio. La protección que brindaban los islotes y la fácil vigía que ofrecía el punto más alto del archipiélago, hacía de Islas Columbretes una base idónea para piratas y contrabandistas.

Ya convertido en refugio de contrabandistas en 1423, Alfonso El Magnánimo cede las Islas a Dionisio de Odena. Sin embargo, este las rechaza. Pretendía llevar a cabo un destacamento militar inviable por su alto coste.

Tiempo después, en 1855, se habilita un espacio donde albergar a los obreros encargados de la construcción del faro. Aunque en 1857 se encendió el faro por primera vez, las obras llegaron a su final en 1860.

Por otro lado, el archipiélago presentaba dificultades de habitabilidad a causa de la gran población de culebras y escorpiones que habían colonizado los islotes. Como solución, se decidió utilizar mano de obra barata. Presos, que llevaron a cabo una desmesurada caza de estos animales. Al mismo tiempo, se introdujeron gallinas y cerdos para que acabaran con ellos. En la lucha por erradicar a las culebras, se decidió llevar a cabo la quema de toda la vegetación de la isla, lo que finalmente tuvo «éxito». Así, el archipiélago quedó libre de estos reptiles desde 1960.

Poco después, cuatro familias comenzaron a habitar el mayor de los islotes (Columbrete Grande) con el objetivo de atender el faro. Sin embargo, poco a poco fue reduciéndose la población. Finalmente, solo fueron necesarias dos personas para llevar a cabo el cuidado y mantenimiento del mismo.

Los fareros debían estar 3 meses seguidos en Islas Columbretes. Su vida era austera, dedicandose a la agricultura y la ganadería para sobrevivir. Al mismo tiempo, llevaban a cabo la recogida de datos que permitieron los primeros estudios del archipiélago. Los habitantes de Islas Columbretes recibían ayuda y enseres en barco desde la Península. Se les llevaba provisiones cada 15 días, siempre y cuando la meteorología lo permitiera.

En 1955, el Consistorio Municipal de Castellón consiguió que las Islas Columbretes fueran de su jurisdicción. Desde entonces, el archipiélago forma parte de su término municipal.

A raíz de esto, las Islas Columbretes comenzaron a hacerse más conocidas. Aunque no siempre para bien, ya que empezaron a llevarse a cabo prácticas devastadoras para su entorno. Por ejemplo, pesca indiscriminada, recolecta de coral, explotación del fondo marino y caza de aves o conejos de forma masiva. Como colofón, se usaron de campo de entrenamiento para las fuerzas aéreas españolas y estadounidenses.

A día de hoy, podemos encontrar en sus fondos proyectiles hundidos. Asimismo, también podemos verlos en superficie, incrustados en las paredes rocosas. Los fareros de la época contaban que incluso llegó a desprenderse una parte del islote Bergantín, provocando una significante reducción de su tamaño.

En la actualidad las islas están habitadas únicamente por guardas y técnicos, y la normativa del parque sólo permite la visita a la Columbrete Grande, así como las labores de recuperación del medio natural (erradicación de especies introducidas, recuperación de la cubierta vegetal, protección de las aves que anidan), bajo la condición de no recolectar minerales, plantas, o animales (entre otras medidas).

Geología y vulcanismo

Las islas Columbretes se asientan sobre un extenso campo volcánico de cuarenta kilómetros de largo y unos quince de anchura. Se sitúan sobre una zona de la plataforma continental, a unos setenta metros de profundidad aunque, hacia el Este, rápidamente da paso al talud continental que llega hasta profundidades de mil metros. Empezó a formarse hace diez millones de años con sucesivas erupciones volcánicas. Sobre éstas se depositaron escorias muy soldadas y compactadas, de tonalidad rojiza. Por encima, se situaron unas pequeñas coladas vítreas de fonolitas de unos cincuenta centímetros de espesor y muy oscuras.

Esquema geológico de Columbretes

Fauna de las Columbretes  

Entre las especies de aves destacan el halcón de Eleonor  la gaviota de Audouin, la pardela cenicienta o el cormorán moñudo. Dentro del mar destaca el coral rojo, el alga laminaria y grandes colonias de langostas, doradas y sargos.

Apúntate a Oceánica, tu escuela náutica en Valencia, y descubrirás paraísos como éste, navegando desde Valencia en una experiencia de fin de semana inolvidable. Te enseñaremos a navegar en travesía, visitaremos las islas y te explicaremos su formación geológica, historia reciente y sus valores medioambientales más significativos.

Javier Obarti

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