Una mezcla perfecta para lograr un fondeo seguro son las anclas y las cadenas. Todo el mundo sabe que la función principal del ancla es sujetar nuestra embarcación al fondo, allí donde nos encontremos. Esta tiene que estar fabricada de tal forma que puede recogerse de manera sencilla.
En la actualidad, se diseñan las anclas para que opongan resistencia a ser movidas de manera horizontal, pero que, sin embargo, no ejerzan casi ninguna resistencia a la tracción vertical.
El objetivo principal de la cadena es soportar mucho peso. De esta manera, en el fondo del mar, los tirones de la embarcación se convierten en tirones horizontales y el ancla puede conseguir mejor agarre.
Muchas personas creen que el cabo de nylon hace el mismo trabajo. Pero con este tenemos un problema y es que, al pesar menos, necesitamos más longitud. Otros han optado por emplear las dos, la cadena más el cabo de nylon. Pero el nylon tiene otro problema y es que en el fondo marino, podemos encontrarnos rocas que podrían cortarlo y quedaríamos sin él. Esto hace imprescindible que lo acompañemos de la cadena.
Si empleamos el conjunto de cadena y de cabo de nylon, este atenuará los tirones gracias a su flexibilidad. Hay que tener cuidado, ya que si empleamos demasiada longitud de cabo de nylon, hará que aumente el espacio de borneo y podríamos chocar con otros barcos fondeados e incluso golpearnos con alguna roca cerca de donde estemos haciendo el fondeo.
Es recomendable tener una cadena que al menos sea 2’5 veces la eslora de nuestra embarcación. El conjunto cadena y estacha (cabo de nylon) o si es solo cadena debe ser al menos 5 veces la eslora según la normativa vigente.
Según el tipo e fondo (llamado tenedero) en el que vayamos a emplear el ancla, tendremos que utilizar un tipo u otro. Existen cuatro grandes tipos de fondos. El primero podríamos decir que es el fondo de arena. Este está compuesto por granos de arena suelta. Son bastante sencillos de entrar para el ancla y consiguen una resistencia a la tracción óptima. Para los fondos de arena hay unas anclas mejores que otras. Entre las más adecuadas encontramos la Fortress y la West Marine. También las Bruce, las CQR, las Yachtsman y las Delta.
En segundo punto, podemos hablar de los fondos e fango o lodo. Para que el ancla pueda agarrarse al fondo y ofrecer una buena resistencia, tiene que tener un ángulo de una ancho y sobre todo, una superficie grande. En la mayoría de las ocasiones, debajo del lodo aparece otra capa más dura. El ancla tiene que tener la suficiente fuerza como para penetrar esta capa y además seguir ofreciendo la misma resistencia. El ancla más adecuada para los fondos de fango es la Fortress.
En tercer lugar, podemos hablar de los fondos rocosos. En este tipo de fondos, el agarre dependerá sobre todo de dónde y en qué posición se ha quedado el ancla. Las anclas de uña fija, posee una fuerza estructural superior para así poder soportar una carga desde un punto de tracción más vertical. En este grupo, las mejores anclas son los rezones. Cualquier otra ancla puede presentar problemas de enganche en las rocas.
Por último, se encuentran los fondos con grandes capas de algas. En estos fondos, da igual el ancla que usemos ya que la mayoría de veces trabajará mal. Aquí es más importante el peso del ancla que su diseño o su forma. Las anclas que tengan uñas largas, son capaces de entrar entre toda la vegetación, pero acabarán arrancándola y no cumplirán la función de agarre al fondo.
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