Nudos marineros básicos

En OCEANICA, tu escuela náutica en Valencia, estamos comprometidos con la seguridad y buen hacer de los nuevos navegantes, por ello ponemos especial hincapié en la formación continua para que las cuestiones básicas no se olviden.

En esta entrada del blog de bitácora vamos a hacer un recordatorio sobre los nudos marineros básicos que utilizamos en náutica de recreo.

Es importante dominar un mínimo de nudos marineros básicos y practicarlos frecuentemente para que no se olviden. Cada nudo tiene una finalidad específica y es necesario conocerlos y saber hacerlos para una navegación segura.

De hecho, aportan seguridad y facilitan la navegación en todo tipo de embarcaciones, ya sea para atracar, desplegar las defensas, desplegar el aparejo de las velas, remolcar la auxiliar o fondear.

Un nudo es un lazo que se estrecha y cierra de modo que con dificultad se pueda soltar por si solo, y que cuanto más se tira de cualquiera de los dos cabos o de los dos extremos de un mismo cabo, más se aprieta. Hay nudos fijos, deslizantes, para gazas y vueltas, para uniones…

Una característica de los nudos marineros es que cuanta más tensión reciben, más se aprietan (azocan), mientras que cuando cesa la tensión, se aflojan y deshacen fácilmente.

Los nudos básicos que vamos a explicar en el siguiente vídeo son: el ocho, el as de guía, , el llano o rizo, la vuelta de escota y el ballestrinque.

Un nudo en ocho se emplea como extremo de un cabo, para que no deslice por un «stopper» o por una roldana.

El as de guía es un nudo para hacer una gaza, imprescindible para amarrar  en un noray, cornamusa o bita, pero también para cazar un puño de vela.

Un nudo llano sirve para unir dos cabos del mismo diámetro (misma mena) o para unir los extremos de un cabo. Si la mena de los cabos es diferente, para que no deslice el cabo fino entre el más grueso se emplea una variante de este nudo llano, la vuelta de escota.

Finalmente, el ballestrinque es un nudo para amarrar, generalmente en una pilona hincada en el fondo en puertos donde hay bastante carrera de marea. También se emplea para colgar las defensas desde los pasamanos.

Afrontar una tormenta en el mar

cumulonimbo

tormenta

En Oceánica, tu escuela náutica en Valencia, te enseñamos a capear o correr un temporal que pueda sorprenderte en el mar, pero sobre todo a evitarlo con la prevención adecuada.

En cualquier temporada, pero especialmente en verano, es muy seguro salir a navegar con nuestra embarcación por el Mediterráneo. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta, que de manera inesperada, puedo sorprendernos una tormenta y aunque sea verano, ésta puede llegar a ser incluso más peligrosa que una de invierno. Si esto llegara a ocurrir, cada miembro de la tripulación debe estar preparado para saber cómo tiene que actuar. Lo normal es que sólo nos de un pequeño susto o nos haga pasar un par de horas de incomodidad y nervios.

Lo más peligroso de estas tormentas es que se forman en un tiempo muy corto y por esa razón suelen ser inesperadas, aunque haciendo un seguimiento frecuente de los canales meteo no nos sorprenderán. Además, con una normal observación del cielo las vamos a identificar con antelación suficiente por el rápido crecimiento de las nubes de tormenta. Para que éstas puedan formarse es imprescindible que la atmósfera esté llena de humedad, que haya una masa fría en altura  y que la elevada radiación del día posibilite la formación de nubes de desarrollo vertical, con un tono muy oscuro y en forma de yunque, los “cumulonimbos congestus”, que llegan a la troposfera con más de 10 km de desarrollo vertical.

Las tormentas de verano suelen ser de una duración corta, pueden durar aproximadamente un par de horas. El problema, es que tienen una gran virulencia, llegando a alcanzar vientos de gran intensidad  y generando oleaje incómodo. Además, esta lluvia puede traernos fuertes granizadas producidas por las bajas temperaturas de estas nubes en altitud.

Así, si mientras estamos en el velero casi parado en una calma completa vemos que empieza a soplar una placentera brisa y al mismo tiempo se apaga de color el cielo, se vuelve gris o vemos crecer los cumulonimbos, oscureciéndose el horizonte, podemos interpretar que se avecinan problemas.

Esto puede ser un peligro, ya que si estamos navegando a vela y no somos muy expertos, nos puede engañar; podemos sacar todo el trapo y el spi para ir a más velocidad y dejar la tormenta atrás, pero en menos de quince minutos el viento empieza a girar con mucha más fuerza y nos obliga a recoger todas las velas que habíamos desplegado y navegar solo con un tormentín.

Debemos ir con mucho cuidado y siempre intentando anticiparnos a los cambios de viento, ya que contamos con muy poco tiempo para sacar la génova, el spí y entangonarlo y en caso de alcanzarnos para volverlo a recoger, enrollar de nuevo la génova y coger rizos en la mayor, arriar la  mayor e izar el tormentín. Además de todo esto, deberemos recordar la maniobra de hombre al agua, repasar todos los chalecos salvavidas y guardar todo aquello que tengamos por el medio que pueda caer al suelo y entorpecer alguna maniobra. Si presumimos que nos puede pillar lo mejor será preparar el barco, dejar un tormentín, trincar y asegurar todo a son de mar y recibir la tormenta con seguridad. Tener a mano un ancla de capa por si es necesario correr la tormenta en vez de capearlo.

Poco a poco, en unas dos o tres horas, la tormenta desaparece de la misma forma en la que se formó, o sea de manera repentina. En ese momento nos quedará un viento fresco que nos dejará navegar de una manera mucha más placentera y olvidarnos del mal rato que hemos podido pasar.

En Oceánica, tu escuela náutica en Valencia, te enseñamos esto y mucho más.

¡Ven a visitarnos!

 

 

 

Prevenir accidentes al hacer combustible

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Estando en Ibiza este verano asistí al desagradable accidente de un incendio de una embarcación repostando (haciendo combustible se denomina en náutica) que afectó a sus dos ocupantes de forma muy grave y a la embarcación que ardió por completo.
Debemos poner mucha atención a la hora de hacer combustible si queremos evitar accidentes.
Muchos de los pasos a seguir a la hora de repostar son iguales que cuando lo hacemos con el coche. Lo primero que tenemos que hacer es apagar el motor. Además, lo mejor sería que pusiéramos la desconexión de las baterías en posición OFF. Este paso nos aporta mucha tranquilidad ya que de esta manera no habrá nada eléctrico bajo tensión y nos evitamos cualquier tipo de chispazo eléctrico.
Comprobaremos que nadie cerca de nosotros este fumando o con un motor en marcha y de todas formas, deberemos saber dónde está el extintor de seguridad más próximopor si hubiera algún accidente. El extintor tiene que estar en unas condiciones perfectas y además debe llevar todas las revisiones necesarias al día. Hacer esto puede evitarnos graves desastres.
Debemos tener también cuidado con la corriente estática y los chispazos que esta pueda producir. En muchas ocasiones, es nuestra ropa la que está cargada de electricidad estática y conducirnos a algún peligro. Para descargarnos de una carga estática solo tenemos que tocar una zona de metal antes de repostar. Tenemos que estar seguros de que la parte metálica de la manguera ha tocado la de la toma de gasolina. De esta manera cualquier carga estática pasa a tierra en vez de a nosotros. En el accidente de Ibiza parece que la chispa se originó por electricidad estática.
Cuando creamos que ya tenemos todo el tanque lleno, iremos con cuidado de no pasarnos, ya que es muy perjudicial para nuestros mares el vertido de gasolina o gasoil y además mancharemos todo la cubierta y nos tocará limpiarla antes de poder salir a navegar.
Por último, antes de arrancar el motor debemos ventilar el compartimento de éste y la sala donde estén todas las máquinas. Si notáramos un fuerte olor a gasolina o gasoil, tendremos que ventilar todavía más rato para evitar explosiones por chispa y prevenir inhalaciones de gases con hidrocarburos, pues son tóxicos y cancerígenos.
Otros incidentes
Más frecuentes de lo que podemos imaginar son los incidentes que tienen lugar al llenar el depósito de combustible de nuestra embarcación. Nos estamos refiriendo a la confusión de los tapones de agua y combustible o la confusión del tipo de combustible.
Son incidentes molestos y algo costosos pero no peligrosos. Esto es más normal de lo que nos imaginamos ya que el aspecto de los tapones de ambos depósitos es muy parecido, llegando incluso a diferenciarse solo por el nombre puesto en la boca de llenado.
Si por casualidad nos equivocásemos y pusiésemos gasolina dentro del depósito de agua, tendremos que vaciarlo entero pero sin llegar a emplear la bomba eléctrica del circuito de presurización. Dejaremos que caiga todo en los bidones y luego ya los retiraremos en las estaciones de servicio. Si dejamos que la mezcla se decante, el agua irá al fondo ya que la gasolina es más pesada y saldrá antes. Cuando ya tengamos todo el depósito vacío, tendremos que limpiarlo a fondo con detergente y aclararlo las veces que hagan falta. Una vez esté completamente limpio, sin restos de nada, podremos volver a usarlo.
Otro de los errores más comunes es la confusión del tipo de combustible. Debemos tener cuidado de no meter diesel si es gasolina y viceversa. Si nos confundimos tendremos que extraer el combustible por completo y dejar evaporar los gases antes de rellenarlo con el tipo correcto.

Recomendaciones para superar con éxito el atraque en puerto

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En Oceánica te enseñamos a atracar con seguridad en puerto.

Algunos lo reconocen abiertamente, y otros no tanto, pero he aquí un tema que realmente preocupa tanto a aquellos patrones que acaban de obtener su título, como aquellos otros, que a pesar de navegar hace tiempo, no lo hacen con la suficiente frecuencia, o no tienen la oportunidad de practicar maniobras en puerto.

Las condiciones de salida las conocemos pero las de regreso, si la travesía es de algunas horas, nos vienen impuestas; por ese motivo debemos adecuar las decisiones de salir a nuestra experiencia y a la información meteorológica en nuestras primeras salidas.

“Más vale arrepentirse por no haber salido, que hacerlo por haberlo hecho”.

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